La Gran Rebelión y el temor de la caída de Lima

“La perspectiva de morir en manos de los rebeldes los forzó a negociar e, incluso, a adular, pero también a actuar en formas irracionales e inusuales”. (Walker, 2019)

En una carta de 1782 al Dr. Francisco de Campos el obispo Juan Manuel Moscoso deja en evidencia la complicada situación del gobierno español a finales de 1781, y reconoce que de no haber logrado convencer a Diego Cristóbal Túpac Amaru de aceptar la firma del Tratado de Paz y Amistad de Sicuani es más que probable que el régimen español hubiese sido derrotado por los rebeldes.

“si mis emisarios no trabajan tanto en persuadirle […] si no tomo la resolución de pasar hasta Sicuani, hubiera durado la inquietud mucho tiempo, y acabarían con nosotros.” (Moscoso, 1782)

“Más de un año había corrido el movimiento, y en todo él nada más se adelantó que agotarse las poblaciones en los muchos que morían, y otros que se agregaban al enemigo.” (Moscoso, 1782)

Entre agosto y octubre de 1781 los principales generales españoles a cargo de la campaña aconsejan al virrey Jáuregui a buscar una salida diplomática a la guerra (tratado de paz), puesto que las pérdidas humanas y materiales son enormes, y las tropas comienzan a desistir por el miedo, así mismo hay escasez de alimentos y caos en las provincias.

“Di curso a la propuesta que me hizo el señor inspector Del Valle, en carta del 7 de septiembre de 1781, a cerca de un indulto o perdón general”. (Jáuregui, 1781)

● La toma de Lima ¿Era posible?

Una de las razones del virrey Jauregui para ofrecer la paz a los rebeldes y aceptar parte de sus pedidos era el temor de que Diego Cristóbal Túpac Amaru emprendiera una campaña hacia el norte, con el objetivo de ocupar Lima. El miedo de que aquello ocurriera era tan real que el propio mariscal Del Valle le llega a sugerir al virrey Jáuregui que considere trasladar el gobierno de Lima a Trujillo si es que Diego Cristóbal opta por lanzar una ofensiva hacia el norte.

“El Sr. Valle me propuso preparar una notable resistencia si los indios venían a Lima, se hallaban noticias de corregidores que por temor de los 3 000 sublevados que se acercaban se escondieron en remotas montañas, abandonando sus puestos […] Valle me propuso poner la defensa del Gobierno en Trujillo”. (Jáuregui, 1781)

Y es que los rumores de aquella supuesta ofensiva tenían cierto sustento en la realidad, puesto que a las afueras de Lima, en Huarochirí, habían parcialidades que eran favorables a la rebelión. Sin embargo estos rebeldes al parecer no contaban con los recursos y armamentos necesarios para aquella fecha, puesto que los 1500 indígenas y mestizos de Huarochiri recién se levantaron en 1783 bajo el mando de Felipe Velasco, Ciriaco Flores, Marticorena, Cochihui y los alcaldes de Laraos y Carampoma.

En tanto que si bien no tenemos referencias documentales de que Diego Cristóbal Túpac Amaru hubiese considerado atacar Lima por medio de sus simpatizantes o sus tropas, si las tenemos de algunos líderes de la primera etapa de la rebelión, como el caso de Micaela Bastidas y la Cacique de Acos, ambas estrategas.

El magistrado español Benito de la Mata Linares señala durante el juicio que existen diversos testigos que afirman que en Huarochiri había un grupo considerable de indios dispuestos a atacar Lima. Pedro de Alarcón señala que Micaela Bastidas llegó a afirmar a principios de 1781 que “esta es la hora que Lima está arruinada”.

“se acordada era cierto haber oído a dicha Micaela, decir que desde Huarochirí estaban dispuestos”. (Mata Linares, 1781)

“sólo se acuerda haber oído a Micaela Bastidas que desde Huarochirí estaban prontos”. (Mata Linares, 1781)

En tanto que Tomasa Titu Condemayta habría señalado según el testimonio recopilado por el magistrado Mata que si atacaban Lima, esta ciudad no sería defendida por los criollos o los españoles, quienes huirían por el miedo, sino que la defendería los indios y mestizos que vivían allí.

“dijo que conoce a Doña Tomasa, Cacica de Acos, y que oyó decir que “Si cae Lima, también caerá este Reino” […] pues la defenderían los muchos indios y mestizos que la habitan, tirándonos muchas piedras de las ventanas y balcones”. (Mata Linares, 1781)

Referencias:
.- Colección documental del gobierno de Don Agustín de Jáuregui, Eulogio Zudaire Huarte (1978).
.- Colección documental del Bicentenario de la Revolución emancipadora de Túpac Amaru, Luis Durand Flórez (1980).
.- Ficha de Relación histórica de los sucesos de la rebelión de José Gabriel Tupac-Amaru, en las provincias del Perú, el año de 1780.
.- Shadows of Empire: The Indian Nobility of Cusco, 1750-1825, David T. Garrett (2005).
.- Documentos para la historia de la sublevación de José Gabriel de Tupac-Amaru, The Rockefeller Foundation (1836).

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